Es el beneficio más regular que tiene la Caja. Los Beneficiarios deben contar, por lo menos, con 65 años de edad.
Para acogerse a los beneficios de la jubilación ordinaria se deben haber efectuado aportes a la Caja durante no menos de 35 años, ya sea de forma continua como discontinua. El beneficiario tiene que tener, como mínimo, 65 años de edad.